domingo, 28 de abril de 2019

Tripel Karmeliet, otro clásico belga que nunca defrauda


Quienes seguís Cervecívoros sabéis que las cervezas de estilos tradicionales belgas de abadía son uno de nuestros (múltiples) vicios. También sabéis que no solemos usar la palabra "clásico" en vano, sino que sólo damos este apelativo a cervezas que se lo han ganado a pulso con el paso de los años. La cerveza que vamos a tratar hoy es una de las que merecen este adjetivo, a pesar de ser una creación relativamente reciente si la comparamos con otras referencias de su estilo. Hablamos de Tripel Karmeliet, la Belgian Tripel de tres cereales elaborada por Bosteels Brouwerij. El nombre de esta cervecera quizá no os suene mucho, pero son los responsables de tres cervezas ampliamente conocidas: Deus, Kwak y, por supuesto, Tripel Karmeliet, su referencia más popular. Según la familia Bosteels, esta Tripel nació de una receta sacada del convento de las carmelitas de Dendermonde (en la provincia belga de Flandes Oriental) y que data del año 1679. Como podéis imaginar, la Tripel Karmeliet, que salió al mercado en 1996, debe su nombre a dicho convento. Sin embargo, su icónico logo de estilo heráldico, que muestra una flor de lis de color rojo, fue elegido únicamente por motivos de estética y mercadotecnia. Esta cerveza, por cierto, está avalada por el maestro Michael Jackson, quien la incluyó en su obra "Great Beer Guide. 500 Classic Brews".

Este auténtico clásico belga presenta una atractiva tonalidad ocre con reflejos color oro viejo, nublada solo por una fina turbidez. Su espuma, de color blanco hueso, es cremosa y bastante persistente, pero sobre todo muy abundante, con lo que hay que tener un poco de cuidado al servirla. En nariz nos ofrece un aroma muy fresco, moderadamente intenso pero penetrante, dominado por notas especiadas y frutales, con cierto recuerdo a jengibre y manzana verde, además de la presencia de notas herbáceas. En boca se caracteriza por un final algo seco y un cuerpo más bien ligero, con cierto toque sedoso que debemos al uso de avena y que contrasta con la efervescente presencia del carbónico. Su sabor muestra un agradable equilibrio entre dulzor y amargor, aunque no se puede negar el protagonismo del primero. De nuevo encontramos especias, hierba, jengibre y fruta madura, todo ello matizado con un ligero toque maltoso de miel.

Buena cerveza, fresca a la par que intensa (aunque su 8,4 % ABV está muy bien integrado), por algo es uno de las más aclamadas representantes de su estilo. Puede ser bastante versátil en la mesa, pero se podría decir que los pescados blancos y los quesos curados serán sus mejores acompañantes.

Estilo: Belgian Tripel
ABV: 8,4 %
Amargor: 16 IBU
Cereales: Cebada, avena y trigo (todos ellos tanto malteados como en crudo)

domingo, 7 de abril de 2019

Vanilla Black Velvet 2017, cervezón de Guineu y La Quince


Por Cervecívoros han pasado varios grandes "petrolacos" de estilo Russian Imperial Stout. Son cervezas fuertes y densas, de trago corto, negras como la noche y cargadas de matices maltosos, sin duda uno de los mejores estilos para acompañar un postre o para disfrutar de una relajada sobremesa. Se trata desde luego de un estilo especial, al que pertenecen muchas excelentes cervezas, por lo que puede resultar difícil señalar cuales destacan entre las demás. Sin embargo, con la cerveza que os presentamos hoy no cabe mucha duda, tanto es así que son muchos los que no dudan en citarla entre las mejores cervezas de España. Nos referimos a Vanilla Black Velvet, la aclamada Russian Imperial Stout con vainilla de Rapaces Night Hunters Brewing Co., la colaboración de dos grandes de la cerveza artesana en nuestro país: Cervesa Guineu y La Quince Brewing Company. Como posiblemente sepáis, los madrileños La Quince son una cervecera nómada (de la que os hablamos al presentar su sabrosa Barleywine Sweet Dreams), con lo que esta cerveza se elabora en las instalaciones de Guineu, un edificio industrial de principios del siglo XX ubicado en la localidad barcelonesa de Valls de Torroella. Esta colaboración tuvo lugar por primera vez en enero de 2014, y debido a su gran éxito se ha repetido cada año desde entonces. La cerveza que probamos en esta ocasión pertenece a la edición de 2017.

Esta cerveza muestra un profundo color negro que no deja pasar ni una pizca de luz. No forma mucha espuma al servirla, sólo una fina capa de color entre beige oscuro y castaño claro, cremosa pero poco persistente. En nariz resulta muy intensa, con un rico aroma dominado por notas de chocolate, acompañadas de café, licor, caramelo, vainilla y tofe. La sensación en boca también es potente, con un cuerpo denso y un sabor intenso. Durante todo el trago predomina un dulzor muy marcado pero nada empalagoso, envuelto en notas de café, cacao y caramelo. Al terminar el trago, un suave y agradable amargor cafetoso se abre paso lentamente y un retrogusto a café y cacao se agarra al paladar durante un buen rato.

Desde luego esta colaboración ha dado lugar a una gran cerveza, una Imperial Stout a la que es difícil ponerle alguna pega. Como sucede con toda buena cerveza de este estilo, resulta ideal para tomar tras la comida, sobre todo pasando una tarde invernal en el sofá, en compañía de un buen libro. Por supuesto, también será un acompañamiento excelente para postres a base de chocolate. 

Estilo: Russian Imperial Stout
ABV: 9,5 %
Amargor: 75 IBU
Cereales: Copos de trigo, copos de cebada, malta de avena sin cáscara, malta de trigo CaraWheat y maltas de cebada Best Pale Ale, Special W. Chocolate, Carafa Special III y Crystal T50
Lúpulos: Columbus y Chinook
Ingredientes adicionales: Vainilla Tahití de Ecuador y Vainilla Bourbon