Resulta difícil hablar del estilo Doppelbock sin mencionar la cerveza de la que vamos a hablar hoy, y es que la Paulaner Salvator no sólo es descendiente directa de la primera Doppelbock de la historia, también es el paradigma de este estilo hasta el punto de que, originalmente, todas las cervezas de este tipo llevaban el nombre Salvator. Más tarde se asentó el término Doppelbock y Paulaner registró la marca Salvator, pero muchas cerveceras continuaron bautizando sus Doppelbocks con nombres acabados en "-ator", ya fuera en su honor o simplemente para aprovechar su popularidad.
Frontal de una antigua barrica en la fábrica de Paulaner. En su decoración tallada a mano se pueden observar varias referencias a "Salvator". |
En un principio sólo los monjes disfrutaban de esta Lager fuerte y maltosa, pero en el año 1780 el conde Karl Theodor, príncipe elector de Baviera, tuvo la oportunidad de probar esta cerveza y quedó prendado de ella. Fue a partir de entonces cuando los monjes comenzaron a comercializarla. Siguiendo la tradición iniciada entonces, cada primavera Paulaner celebra la apertura del primer barril de Salvator con el Starkbierfest. Este festival, celebrado en el biergärten de Nockherberg, en plena ciudad de Múnich, comienza a mediados de marzo y se prolonga durante diecisiete días. Como parte de la tradición, la primera jarra es ofrecida al "soberano de la nación", un honor que en la actualidad corresponde al Primer Ministro de Baviera, quien acude fielmente cada año a pesar del escarnio y las burlas de los que es objeto durante el acto (también en base a la tradición, claro está). La apertura del primer barril en Nockherberg es uno de los eventos más vistos (a veces el más visto) del año en la televisión alemana.
En las profundidades de las bodegas de Paulaner |
La Salvator es de un intenso color castaño ambarino y presenta bastante turbidez. Su cabeza está coronada por una densa capa de espuma de color crema, que si bien no es demasiado abundante sí resulta ser muy persistente. Acercamos la nariz para descubrir un rico aroma maltoso en el que predominan el pan y el bizcocho, con toques de caramelo, tofe y licor, todo ello matizado con un suave toque de lúpulo floral. En boca nos ofrece sensaciones muy agradables, un cuerpo denso y una textura sedosa envueltos en una calidez alcohólica bastante marcada sin ser excesiva. Su sabor es fuerte y dulce, pero sin resultar empalagoso, y sólo al final se detecta un muy ligero amargor. En el paladar aparecen de nuevo el pan y el bizcocho, acompañados de multitud de matices tales como frutas rojas, miel, tofe, licor e incluso un ligero toque torrefacto.
Seguramente la Salvator no es la mejor Doppelbock que existe, pero sí que merece su popularidad y su estatus de símbolo de este estilo. Una Lager fuerte y de marcado carácter maltoso que encontrará su lugar en la mesa junto a carnes rojas asadas o guisadas.
Estilo: Doppelbock
ABV: 7,9%
Maltas: Múnich y Pilsen
Lúpulos: Herkules, Taurus y Hallertauer Tradition
La Salvator fue mi primer doppelbock. Entonces me parecio tremendamente alcoholica, y con el tiempo fuy conociendo otras doppelbock que me gustan mas, como la Andechs, la Bajuvator de Tucher, la Animator de Hacker Pschorr, etc. Despues de conocer un poco el estilo, creo que la Salvator esta un escalon por debajo de estas otras, sin contar la Celebrator de Ayinger porque aun no la he bebido, por una causa o por otra aun no se dio el caso, pero los entendidos cuentan maravillas de ella. En fin, no tardara en caer. Un saludo.
ResponderEliminarJavier Fernandez
Ciertamente la Celebrator es una joya, doy fe, pruébala cuando puedas. La Salvator está por debajo de esa y otras doppelbocks, pero tiene la ventaja de ser muy fácil de conseguir y tener un precio digamos que competitivo, sin dejar de ser un ejemplo más que decente de este estilo. O sea, que a falta de otra cosa bien puede uno tomarse una Salvator ;)
EliminarSaludos!