En esta entrada vamos a probar una Dunkelweizen, un estilo que nos gusta especialmente para el día a día y para acompañar comidas y cenas. Aunque la cerveza que hoy nos ocupa no es ninguna de las representantes de este estilo que podemos disfrutar de forma habitual (Paulaner, Franziskaner, Erdinger o, si acudimos a un local especializado, Weihenstephaner), sino que pertenece a una marca algo menos conocida en España. Nos referimos a Weissbierbrauer Kuchlbauer, una cervecera especializada en cervezas de trigo que tiene su sede en la localidad bávara de Abensberg, más concretamente en una fábrica que lleva elaborando cerveza desde el año 1300. Sin duda un símbolo de tradición cervecera, junto al cual se levanta un símbolo de innovación y modernidad, la excéntrica torre Kuchlbauer, cuya construcción terminó en 2010 y que fue concebida como un homenaje a la cerveza bávara. La torre se ha convertido en todo un símbolo de Kuchlbauer, y como tal aparece representada en la etiqueta de una de sus cervezas más conocidas, la Turmweisse. Pero la cerveza a la que está dedicada esta entrada no es esta, sino Alte Liebe, la Dunkelweizen clásica de Kuchlbauer, cuyo nombre significa "viejo amor". De hecho, en alemán hay un refrán que dice "alte liebe rostet nicht" ("viejo amor no se oxida"), una especie de equivalente a nuestro "donde hubo fuego quedan cenizas". ¿Será una cerveza de la cual enamorarse para siempre?
Se trata de una cerveza de color castaño oscuro, perfectamente transparente y con reflejos rojizos antes de verter los posos, pero muy turbia después de hacerlo. De carbonatación intensa, nos brinda una abundante y cremosa espuma de color beige, aunque sólo una fina capa permanece en el vaso tras un par de minutos. En nariz presenta un rico aroma a pan tostado, con toques de plátano, vainilla e incluso caramelo o tofe, además de un toque alcohólico. Al probarla percibimos un cuerpo medio y su sabor es dulce al principio, aunque al final del trago el protagonista es un suave amargor envuelto en notas de torrefacto. En el paladar aparecen corteza de pan, vainilla y caramelo, además de cierto toque frutal, y cuando la cerveza gana un poco de temperatura se abren paso notas herbáceas y especiadas.
Una Dunkelweizen un tanto peculiar, con más influencia de la malta y menos de la levadura si la comparamos con lo que es habitual en este estilo. Pero esto no significa que esté mala, lo cierto es que es una rica cerveza para los amantes de los aromas y sabores propios de la malta tostada. Las cervezas de este estilo son especialmente polivalentes en cuanto a maridaje, pero en el caso de la Alte Liebe las carnes guisadas o estofadas parecen la mejor opción posible.
Estilo: Dunkelweizen
ABV: 5,2 %
Cereales: Maltas de trigo y cebada
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