La cerveza que os traemos hoy es de las que llaman la atención nada más ves la botella, y es que se presenta de una forma curiosa y original. La responsable de esta creación es la cervecera Ordio Minero, ubicada en el municipio turolense de Blesa, tal y como comentábamos cuando probamos su Irish Red Ale Royale. Blesa, puede que el nombre os suene de algo, tal vez lo hayáis oído estos días en las noticias, y no precisamente por este pueblo de tradición minera sino por el banquero Miguel Blesa, tristemente famoso por las desventuras de la antigua Caja Madrid mientras él presidía su consejo de administración. Quizá el escándalo más famoso de los relacionados con su gestión de la caja sea el de las llamadas "tarjetas black" o "tarjetas opacas", esas que los directivos usaban impune y alegremente para todo tipo de fines que ahora se ven obligados a contar en un juicio. Pues eso, jugando con el nombre de su localidad y siendo como son de dados a la elaboración de cervezas negras, a la buena gente de Ordio Minero se le ocurrió hacer esta Belgian Dark Strong Ale y llamarla Black Card Blesa. No conformes con eso, la etiqueta de esta cerveza emula el formato de una tarjeta de crédito, con su chip y todo como podéis ver en las imágenes, y hasta han incluido una imagen del banquero, modificada para que lo veamos entre rejas, situación en la que ya se ha encontrado por sus fechorías financieras. La cerveza en sí está basada en Lignito, la primera creación y cerveza insignia de la marca, pero según sus creadores en este caso se emplean lúpulos más aromáticos y se obtiene un amargor final más intenso.
Presenta un color castaño muy oscuro o caoba, con reflejos cobrizos y más bien poca turbidez. La espuma, por su parte, es abundante y persistente, cremosa y de color beige. Su aroma es más bien herbáceo al principio, pero poco a poco evoluciona hacia un carácter maltoso, con notas de torrefacto, caramelo y café. En boca nos ofrece un cuerpo más ligero de lo que se podría intuir al verla, y su sabor está dominado por el amargor, aunque también tiene un toque dulce muy presente. De nuevo dominan las notas maltosas, sobre todo torrefacto y regaliz, pero también caramelo y café. Las acompañan matices herbáceos y un toque de pimienta.
Se trata de una cerveza fuerte y muy agradable de beber, con el alcohol bastante bien integrado. Para acompañarla es probable que la mejor opción sean las carnes rojas, sobre todo estofadas o guisadas, aunque también asadas como podría ser el caso de un buen ternasco aragonés.
Se trata de una cerveza fuerte y muy agradable de beber, con el alcohol bastante bien integrado. Para acompañarla es probable que la mejor opción sean las carnes rojas, sobre todo estofadas o guisadas, aunque también asadas como podría ser el caso de un buen ternasco aragonés.
Estilo: Belgian Dark Strong Ale
ABV: 7,0%
Buena cerveza y buena etiqueta. Ojalá lo que en ella aparece se convierta en realidad.
ResponderEliminarSería una muestra más del poder de la cerveza, jeje.
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