sábado, 26 de marzo de 2016

Santo Cristo Costa Oeste, cerveza con espíritu "Galifornia"


"Si buscas una cerveza equilibrada esta no es para ti" Así de directa y descaradamente se presenta Costa Oeste, la creación más hoppy de Santo Cristo, una cervecera cuyos orígenes se remontan al año 2010, aunque sus cervezas no salieron al mercado hasta principios de 2014. Y es que estos orensanos no quisieron precipitarse y poner a la venta lo primero que salió del fermentador. Al contrario, se sentaron a estudiar, a pensar y a experimentar, y no pararon hasta que consideraron que elaboraban cervezas de calidad, productos de los que sentirse verdaderamente orgullosos. Aunque sea un tópico, así es como ha de ser tratada la buena cerveza: debe hacerse igual que debe ser disfrutada, sin prisas. De esta forma echó a andar Santo Cristo, comercializando dos cervezas diferentes al principio, que a día de hoy han pasado a ser cinco al tiempo que esta cervecera se convertía en una de las mejores de Galicia. Una de esas cinco cervezas es, como apuntábamos al principio, Costa Oeste, una American West Coast Double IPA, como ellos la han definido, o una pedazo de Imperial IPA de las que no te dejan indiferente, como preferimos decir por aquí. En los últimos días estamos asistiendo a la presentación de la nueva remesa de esta cerveza, la Costa Oeste 2016, pero las impresiones recogidas en esta entrada se refieren a la edición de 2015.

Costa Oeste es una cerveza bastante turbia, de color entre ámbar oscuro y castaño claro. Su espuma, jabonosa y de color beige, aparece en una cantidad intermedia aunque sólo una fina capa permanece hasta el final. En su complejo y potente aroma predominan las notas florales, acompañadas de pomelo, frutas tropicales, resina, pino, y hasta un ligero toque de miel. En boca presenta un cuerpo de ligero a medio, y su sabor es predominantemente amargo, aunque a veces parece intuirse un punto dulce. Pueden apreciarse notas de pomelo, hierba y resina; también algo de alcohol aunque se encuentra muy bien integrado. Su final es amargo e intenso, como no podía ser de otra forma, algo seco y bastante duradero.

Una cerveza que no conoce el equilibrio, tal y como promete, una bomba de lúpulo digna de ser disfrutada sorbo a sorbo. Para acompañarla proponemos, o bien una buena tabla de embutidos y quesos de oveja, o bien comida asiática u otros platos muy especiados o picantes.

Estilo: Imperial IPA
ABV: 9,0%
Amargor: 150 IBU
Lúpulos: Warrior, Columbus, Centennial y Simcoe

jueves, 17 de marzo de 2016

Ordio Minero Royale, porque Teruel existe


Para celebrar San Patricio, hoy vamos a probar una Irish Red Ale, aunque esta no viene de Irlanda, sino de la localidad de Blesa, ubicada en la comarca de las Cuencas Mineras, al norte de la provincia de Teruel. Los responsables de su elaboración son Ordio Minero, una cervecera fundada en 2013 y muy ligada a su tierra. De hecho, su nombre combina "Ordio", que significa "cebada" en aragonés, y "Minero", en homenaje a la tradición minera de la zona donde elaboran su cerveza. Este homenaje está también presente en la etiqueta de Royale, en la que destaca un personaje que viste un casco de minero; eso sí, el personaje es una joven pelirroja, pecosa y de tez pálida, que nos recuerda a los habitantes de la "Isla Esmeralda".

Royale presenta un color castaño con reflejos ambarinos y es bastante turbia. Apenas forma espuma, sólo una finísima capa de color blanco hueso que desaparece rápidamente. Su aroma es peculiar, compuesto por notas herbáceas y algo de caramelo como cabría esperar, pero también con un toque bastante marcado que recuerda a encurtidos. En boca resulta ser de cuerpo medio, con un sabor dominado por un amargor suave, aunque también presenta un toque ácido y algo de dulzor por momentos. Se aprecian hierbas, especias y un toque maltoso cercano al caramelo.

Para su maridaje proponemos dos opciones: o bien carnes guisadas, sobre todo carnes rojas; o bien platos ligeramente especiados, como los propios de la cocina italiana.

Estilo: Irish Red Ale
ABV: 7,0%

domingo, 13 de marzo de 2016

Faxilda Faísca, Irish Red con un toque ahumado


Hace poco hablamos de la marca pontevedresa Faxilda, con motivo de la presentación de su Sweet Stout "Conxuro" en el BBF16. Como comentábamos entonces, se trata de una de las promotoras del festival Pontus Lupulus, del que pudimos disfrutar en mayo del pasado año. Esta cervecera, envuelta en una curiosa leyenda cervecero-marinera protagonizada por una bella sirena que les da nombre y símbolo, elabora de forma permanente tres cervezas diferentes. Después de haber probado Conxuro, hoy le llega el turno a una cerveza que no fue pinchada en el BBF16, pero sí participó en el Barcelona Beer Challenge 2016, y de hecho se llevó la medalla de bronce en la categoría "Irish Beer". Hablamos de Faísca ("chispa" en gallego), una Red Ale caracterizada por un toque ahumado que es dominante, aunque suave y agradable.

Faísca es de color castaño rojizo, mientras que su espuma, escasa y poco persistente, es de color blanco hueso. En su aroma destaca sobre todo el ahumado, acompañado de notas que recuerdan a un queso azul. En boca percibimos un cuerpo entre ligero y medio, y un sabor tirando a dulce, complementado con un ligero amargor. De nuevo predomina claramente el ahumado, envuelto ahora en un leve toque de caramelo.

Una buena Red Ale, sin duda, con su punto de ahumado como rasgo original y diferenciador. Los sabores ahumados son a veces difíciles de combinar, por lo que la mejor compañía para esta cerveza será una buena tabla de pescados ahumados con unos trozos de queso de San Simón da Costa o similar. Otra opción consistiría en substituir los pescados por unas rodajas de chorizo de curación baja, de los que también tienen un toque de humo.

Estilo: Irish Red Ale
ABV: 5,3%
Maltas: Pale Ale

martes, 8 de marzo de 2016

María Soliña, la cerveza ahumada que te convencerá


Cuenta la gente del lugar que tras la invasión turco berberisca sufrida por Cangas en 1617, este pueblo marinero quedó arrasado y perdió su esplendor económico. Por culpa de esto, muchas viudas enloquecieron, entre ellas María Soliño, oriunda de Aldán y heredera de una buena fortuna.
Solía acercarse con tristeza y añoranza por las noches a la playa de Areas Gordas, donde murieron su marido, su hermano y uno de sus hijos defendiendo, junto a ella, el pueblo del asedio. Esto le sirvió a la Nobleza y a la Santa Inquisición para detenerla, torturarla, acusarla de brujería y quemarla, con el único fin de desposeerla de sus bienes.
"Ai, que soliña quedache, María Soliña..." (Ay, qué solita te quedaste, María Soliña)

Con este breve relato, que narra la historia del personaje al que debe su nombre, se presenta María Soliña, una de las obras más recientes de Adegas Menduiña. No es la primera vez que hablamos de las creaciones de esta cervecera de Cangas d'O Morrazo (Pontevedra), en otras ocasiones habíamos probado Barda y Santa Compaña, y de hecho esta última fue la primera cata publicada por Cervecívoros, más tarde repetida con motivo de su presentación en el BBF16. En ambos casos se trataba de cervezas tipo Ale, pero María Soliña es una Lager, más concretamente una Rauchbier. Este estilo, cuyo nombre significa "cerveza ahumada" en alemán, es originario de la ciudad bávara de Bamberg, donde surgió como una variante del estilo Märzen elaborada con malta ahumada, la cual le da su aroma y sabor característicos.

María Soliña es una cerveza de color castaño intenso con reflejos ámbar, brillante y sin apenas turbidez. Su espuma de color crema es escasa y poco persistente. Posee un aroma delicioso, casi adictivo, caracterizado por el punto justo de ahumado y con un toque dulce que recuerda a dátiles y caramelo. Las buenas sensaciones continúan en boca, donde percibimos un cuerpo medio y un sabor suavemente dulce, de nuevo intensamente ahumado pero sin llegar al exceso. En medio del ahumado se distinguen notas de madera y miel. El alcohol está muy bien integrado y el agradable final, ligeramente seco, siempre pide a gritos un trago más.

Se trata, en definitiva, de una gran cerveza, muy bebible a pesar de su 7% de alcohol y de pertenecer a un estilo arriesgado. Las cervezas ahumadas suelen ser peculiares, difíciles, resultando empalagosas para mucha gente después de pocos tragos. Sin embargo, hemos podido comprobar como María Soliña encandilaba a paladares de gustos diversos, algunos de ellos desencantados en ocasiones anteriores por otras cervezas ahumadas. Y es que no hablamos de una ahumada cualquiera, María Soliña ha sido recientemente premiada con la medalla de plata en la categoría "Specialty Smoked Beer" del Barcelona Beer Challenge 2016, un reconocimiento más que merecido.

Dicho esto, será una excelente compañía para todo tipo de ahumados, pero también combina a la perfección con carnes a la brasa.

Estilo: Rauchbier
ABV: 7,0%
Amargor: 25 IBU