Sí sí: 1000 IBU. Bueno, IBU arriba, IBU abajo, pero el caso es que son muchos, muchísimos. Esta cerveza tan especial de los daneses Mikkeller viene definida y caracterizada a la perfección a través de su nombre: es tremendamente amarga, y esa es su principal característica. Y es que como muchos ya sabéis, IBU son las siglas de "International Bitterness Units" (Unidades Internacionales de Amargor), una forma estandarizada de medir el amargor de una cerveza en función de su concentración de ácidos alfa. Estos compuestos, aportados por los lúpulos, son los responsables de ese delicioso golpe de amargor que sentimos en el fondo de la lengua cuando nos tomamos una cerveza "hoppy". Las Imperial IPA (o Double IPA) como esta son el estilo de cerveza más amargo que existe, y no suelen superar los 120 IBU, así que podéis haceros una idea de lo que significa que esta Mikkeller tenga alrededor de 1000 IBU. Es simple y llanamente una barbaridad. Algún día hablaremos más en detalle de esta forma de medir el amargor de la cerveza, pero de momento vamos a probar este desvarío cervecil.
Servimos esta Imperial IPA y nos muestra su intenso color castaño rojizo bastante opaco. No es una cerveza muy carbónica, y la espuma color beige que forma es cremosa pero poco persistente. En nariz percibimos un carácter peculiar, difícil de definir aunque con notas frutales discernibles. Aunque se trata de un aroma marcado por el lúpulo, es menos complejo e intenso de lo que cabría esperar de una cerveza tan lupulada. En boca la caracterizan su cuerpo medio y, como podéis imaginar, un intensísimo amargor. En el primer trago parece menos amarga de lo que se podría esperar, pero este fuerte sabor va ganando protagonismo por momentos y apenas deja notar el ligero toque dulce que lo acompaña. Se distinguen diversos matices entre los que se pueden destacar fruta madura, madera y resina. El final es también marcadamente amargo y muy duradero.
La Mikkeller 1000 IBU es, en resumen, eso, una cerveza de 1000 IBU, seguramente la más amarga que hayáis probado. Es una rareza, un exceso, un extremo, una de esas cosas que se hacen para demostrar que se pueden hacer. Probarla será una interesante experiencia para cualquier cervecívoro, especialmente para los amantes de las cervezas más "hoppy" que quieran llevar al límite sus papilas gustativas, pero desde luego no es una cerveza para tomar a diario. Para acompañarla aconsejamos comida picante o muy especiada, o quesos de sabor fuerte como los quesos azules. El sabor de cualquier otra cosa quedará totalmente eclipsado por esta bomba de ácidos alfa.
Estilo: Imperial/Double IPA
ABV: 9,6%
Amargor: 1000 IBU