Senador Volstead Etiqueta Blanca, la venganza se sirve fría

El 17 de Enero de 1920, el Senador Andrew Volstead, impulsor de la Ley Seca, dijo:

"Esta noche, un minuto después de las doce, nacerá una nueva nación. El demonio de la bebida hace testamento. Se inicia una era de ideas claras y limpios modales. Los barrios bajos serán pronto cosa del pasado. Las cárceles y correccionales quedarán vacíos; los transformaremos en graneros y fábricas. Todos los hombres volverán a caminar erguidos, sonreirán todas las mujeres y reirán todos los niños. Se cerraron para siempre las puertas del infierno."

Quén le iba a cecir al Senador Volstead que terminaría dando nombre a una de las mejores cervezas artesanales del mundo

Así se presentan las cervezas Senador Volstead, recordando los inicios de la famosa Ley Seca de Estados Unidos, que no fue la única como podéis ver en el enlace. Ay Andrew Andrew... ¿de verdad pensabas que prohibiendo la bebida ibas a solucionar todos los males del país? ¡Craso error! Lo que hace falta es beber "con sentidiño" como decimos en Galicia, y por supuesto, a quien se pase y haga lo que no debe, castigarle si es necesario. A ti se te castiga por tu error de promulgar esa ley poniéndole tu nombre a estas cervezas, que además, mediante su original web, realizan un homenaje a las artimañas que fueron necesarias durante la prohibición para conseguir un traguito de cerveza. Hoy probamos una de sus dos variedades, Etiqueta Blanca (u Osito Ted, si preferís, jeje), una Witbier muy equilibrada.

Se trata de una cerveza de color amarillento, una especie de dorado viejo, y moderadamente turbia al estar parcialmente filtrada. Su alta carbonatación hace que forme una abundante y persistente espuma, como manda su estilo. Su aroma aparece al principio dominado por olores cítricos, sobre todo a naranja, pero va evolucionando y complementándose con notas florales. En boca es una cerveza refrescante y de trago largo, pero con más cuerpo del que se suele encontrar en una Witbier, y su sabor presenta un excelente equilibrio entre acidez, amargor y dulzor. Aparecen de nuevo los cítricos, naranja amarga sobre todo, acompañados de hierba y especias, todo ello bañado con notas dulces de galleta proporcionadas por la levadura. Esta última tomará demasiado protagonismo si no tenemos cuidado al servir la cerveza y vertemos parte del poso, aportando un final terroso.

Una cerveza suave pero con cuerpo y sabor, que a más de uno le hubiese gustado tener a mano en los calurosos días de verano que se hacían más largos durante la prohibición. Además de ideal para refrescarse y calmar la sed, esta cerveza será un perfecto acompañamiento para pastas y pescados al horno.

Estilo: Witbier
ABV: 5%
Maltas de Cebada y Trigo
Ingredientes adicionales: Semillas de cilantro y piel de naranja