Las castañas se han convertido en un popular condimento para las cervecerías artesanales españolas. En Galicia la usan, entre otras, Santo Cristo (Santo Cristo con castaña asada) o Dama Alaricana (Dama Alaricana Castañeira); otro ejemplo serían los madrileños Cervezas La Virgen (La Virgen de Castañas); sólo por mencionar algunos casos. Pero la cerveza que probamos hoy da una vuelta de tuerca más, empleando exclusivamente castañas asadas del Valle del Jerte. Esta bella comarca agrícola del norte de Extremadura, protegida como Bien de Interés Cultural por Patrimonio Histórico de España, es famosa por las deliciosas cerezas de la variedad Picota. Un hecho menos conocido es que el Valle del Jerte es el hogar de otros muchos y muy buenos productos naturales, y uno de ellos son sus castañas. Y a partir de ahora, también su cerveza. Monteña es una Amber Ale elaborada en Plasencia con agua del Valle del Jerte y especiada exclusivamente con castañas de esta misma región.
Al servir la Monteña aparece ante nosotros una cerveza turbia de un precioso color miel. No es demasiado carbónica y forma una fina pero densa espuma de color crema. En su aroma dominan al principio olores procedentes de la levadura, sobre todo el plátano, apareciendo también un toque de galleta procedente de la malta. Con el tiempo, diferentes aromas frutales van complementando a los anteriores. En boca es una cerveza con bastante cuerpo, de sabor predominantemente dulce, con el amargor cumpliendo un papel secundario pero sin pasar para nada desapercibido. En su complejidad se distinguen notas frutales, levadura, galleta, vainilla y, por supuesto, castaña. Duradera en el paladar, cuando se acabe el regusto de un trago ya tendréis ganas de darle otro para seguir investigando sus matices.
Se trata, en definitiva, de una cerveza con carácter propio, compleja, diferente, difícil de describir. La mejor solución es que la probéis. Ideal para tomar sola o para acompañar carnes rojas. Y por supuesto, Monteña también sirve para cocinar, como nos explica Cortapicos y Sacalenguas.
Al servir la Monteña aparece ante nosotros una cerveza turbia de un precioso color miel. No es demasiado carbónica y forma una fina pero densa espuma de color crema. En su aroma dominan al principio olores procedentes de la levadura, sobre todo el plátano, apareciendo también un toque de galleta procedente de la malta. Con el tiempo, diferentes aromas frutales van complementando a los anteriores. En boca es una cerveza con bastante cuerpo, de sabor predominantemente dulce, con el amargor cumpliendo un papel secundario pero sin pasar para nada desapercibido. En su complejidad se distinguen notas frutales, levadura, galleta, vainilla y, por supuesto, castaña. Duradera en el paladar, cuando se acabe el regusto de un trago ya tendréis ganas de darle otro para seguir investigando sus matices.
Se trata, en definitiva, de una cerveza con carácter propio, compleja, diferente, difícil de describir. La mejor solución es que la probéis. Ideal para tomar sola o para acompañar carnes rojas. Y por supuesto, Monteña también sirve para cocinar, como nos explica Cortapicos y Sacalenguas.
Estilo: Amber Ale - Spiced Beer
ABV: 6,0%Amargor: 25 IBU
Ingredientes adicionales: Castañas
¡Que bien Fer! Jaja. Graciñas mil por esta entrada. Me hace especial ilusión :))
ResponderEliminarTenemos que ir al Jerte. He dicho.
No seré yo quien ponga objeciones al respecto =)
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